La falta de liquidez es una situación en la que una empresa o persona física no cuenta con los recursos suficientes para afrontar sus deudas a corto plazo. Nos referimos a recursos y no necesariamente a dinero, ya que el deudor entra en este estado cuando tampoco cuenta con determinados bienes que podría convertir en dinero líquido a través de su venta.
Tras esta breve definición, podemos afirmar que la falta de liquidez es una etapa de crisis para la empresa o la persona. Entre sus causantes más comunes, destacan las siguientes:
- Mala planificación financiera: la estrategia es la clave para que toda empresa o negocio prospere. Si la organización y la planificación no son las adecuadas, el fracaso es inminente.
- Modelo de negocio: hay casos de empresas que, para tener éxito y crecer, necesitan de una gran inversión inicial y no son capaces de conseguir el dinero suficiente a corto plazo.
- Falta de pago: los retrasos de los plazos de recaudación pueden generar problemas de liquidez. Cuando la empresa no registra ingresos, las cuentas no están equilibradas.
Por lo tanto, habría que prestarles especial atención a esos tres puntos para no sufrir problemas de insolvencia y de liquidez.
Respecto a las soluciones a la falta de liquidez, podemos resaltar las siguientes acciones a tener en cuenta:
1. Poner al día el cobro de facturas
Se relaciona de forma estrecha con una de las causas mencionadas anteriormente. El dinero impago de facturas aún por abonar puede causar serios problemas de solvencia. Por lo tanto, se debe priorizar el cobro de facturas con fecha próxima de vencimiento, y así comenzar a reunir liquidez lo antes posible.
En este contexto, vale aclarar que en el mercado existen productos financieros destinados a la cesión de créditos pendientes a entidades financieras, tales como el factoring, el anticipo de facturas y el descuento comercial. Todas estas opciones están destinadas a ayudar a las empresas en la mejora de su liquidez y cobrar las facturas pendientes de forma anticipada.
2. Analizar los gastos y detectar ahorros en costes
Otra tarea a realizar es un estudio en profundidad en cada área del negocio, para así poder detectar aquellas donde se puede ahorrar dinero y recursos, y liberar fondos para reforzar la liquidez de la empresa. El objetivo es optimizar los costes en áreas donde se pueda hacer.
Asimismo, se busca liberar recursos para aplicarlos en otras áreas para optimizar los procesos y suprimir costes. Por último, y no menos importante, recomendamos revisar los precios de los contratos con los proveedores de la empresa y comparar con otros, para así detectar si tenemos las mejores ofertas o existen mejoras en las condiciones.
3. Reducir stock y activos sin uso
Aquí entra en juego el inventario de la empresa, punto clave para tener las cuentas claras dentro de todo negocio. Todo aquel stock estancado durante meses en los almacenes puede generar un coste adicional y significativo. Para afrontar los problemas de liquidez, una buena práctica es vender o deshacerse del stock sobrante, como así también de esos activos que no se utilizan o no crean un valor real para la compañía.
4. Analizar todas las opciones de financiación disponibles
Hacer un análisis preciso de todas las opciones de financiación a corto plazo que tenemos disponibles nos ayudará a darnos una idea de cómo resolver la falta de liquidez. Este análisis va más allá de las actividades propias que se realizan en la empresa, ya que también involucra a tu banco y otras vías de financiación alternativas.
5. Negociar con los proveedores
Los proveedores son una pieza fundamental en todo negocio. Es por eso que también puedes negociar nuevos términos. Es preferible rever las condiciones a dar la relación por terminada debido a insolvencias económicas.
Tener la liquidez de tu empresa al día es indispensable para su crecimiento y evolución, tanto en el corto como en el medio y largo plazo. Saber medir e interpretar lo que ocurre te ayudará a reaccionar de forma rápida a problemas de liquidez o, simplemente, a evitarlos.