Con la documentación aportada se estudiarán las posibilidades de alcanzar un acuerdo con los acreedores, estableciendo la estrategia a seguir.

El primer paso es presentar (normalmente ante la Notaría de tu residencia) una solicitud de inicio del procedimiento, para que proceda a la designación de un Mediador Concursal.

Desde que el mediador concursal acepte el cargo en la Notaría, y como mínimo veinte días antes de la celebración de la reunión con los acreedores, tendrá que remitir a éstos una propuesta de plan de pagos y plan de viabilidad con el consentimiento del deudor. Acompañaremos al mediador concursal en la labor de confeccionar el plan de pagos y plan de viabilidad para agilizar los plazos. Debemos recordar que este acuerdo no vinculará a las deudas contraídas con la Agencia Tributaria ni con la Seguridad Social, ya que estas deudas no se exoneran.

En el plazo de 2 meses desde la designación del mediador concursal, y previo el trámite de consensuar o no el plan de pagos, deberá celebrarse la reunión con los acreedores. Asistiremos a esta reunión con el fin de vigilar el cumplimiento del procedimiento. Si se da la mayoría necesaria para el plan de pagos propuesto se comunicará a la Notaría, que a su vez, lo notificará al Juzgado y registros públicos pertinentes, cerrando el expediente. En caso de no llegar a un acuerdo, el mediador concursal dispondrá de hasta dos meses para interponer la solicitud de concurso consecutivo.

Tras la presentación por el mediador concursal de la solicitud del concurso consecutivo, el Juzgado procederá a la declaración de concurso de acreedores, nombrando previsiblemente al mediador concursal como administrador concursal. El procedimiento se inicia en fase de liquidación.

Durante este periodo el Administrador Concursal emitirá un plan que será aprobado judicialmente, donde determinará el activo y el método a seguir para su enajenación, y de cuyo resultado dará cuenta periódicamente al Juzgado y a las demás partes. Con el dinero obtenido deberá liquidar las deudas conforme al orden de prelación legalmente establecido (créditos masa, privilegios, ordinarios y subordinados).

Una vez aprobado el Plan de Liquidación, la Administración Concursal deberá aportar informe de calificación, en el que el Administrador Concursal informará sobre las causas del concurso y la responsabilidad del concursado en su estado, solicitando la calificación del concurso como fortuito o como culpable. Si califica como fortuito se archivará esta sección, si lo califica de culpable, se iniciará un incidente de oposición a la calificación que finalmente resolverá el Juez.

Cuando el Juzgado ponga a disposición de las partes el Plan de Liquidación elaborado por la Administración Concursal, dentro del plazo que otorgue para hacer alegaciones al mismo, presentaremos escrito razonado, en el que solicitaremos la exoneración del pasivo insatisfecho tras la liquidación de los bienes del concurso, es decir, la segunda oportunidad.

El administrador concursal informará trimestralmente de las operaciones liquidatorias realizadas, así como de los pagos realizados. Una vez liquide todos los activos rendirá cuentas de todas las operaciones de liquidación y de los pagos realizados, que las podrán impugnar.